lunes, 26 de julio de 2010

Reencuentro con Luis e inauguración de la nueva casa

Casualidades de la vida, mi llegada a Xela coincidió con el viaje de Luís por Guate, el cual tenía parada en Xela; así, que tras más de medio año sin vernos, quedamos en Quetzaltenango. Lo normal...jejeje
No podíamos dejar de celebrar la ocasión: reencuentro, nueva casa, al día siguiente la final del mundial...
Al medio día comimos en el mercado de Minerva:


Para continuar con una excursión frustrada al viejo palmar: tras tomar el autobús a Reu y llegar al inicio del camino a Viejo a Palmar nos dimos cuenta de la confusión: el tiempo que nos habían dicho que costaba llegar, era en coche, no andando!!! jajajajaja. No nos daba tiempo a hacer todo ese camino sin que se nos hiciera de noche, así que, bajamos en el autobús en la parada que estaba en la entrada del camino, para después coger otro autobús de vuelta. Mirándolo por el lado positivo, el paisaje era increible y el ratito que estuvimos desde que bajamos de un bus hasta que cogimos otro, fue divertidísimo; echándonos las culpas los unos a los otros de la poca capacidad de organizar excursiones y de la falta de contraste de información.



Después... supercena Hispano-Mexicana. Los viajeros procedentes de México nos obsequiaron con las delicias culinarias aprendidas durante su estancia allí: Gaucamole con Nachos y.... otra cosa que no me acuerdo como se llama ejejjeje, y como no, tortilla de patata con sabor de nostalgía (este sabor procede en su mayor parte del aceite de Soya...jajajajjaaj, el aceite de oliva aquí es carísimo!!). Todo esto regado con Quetzalteca (un licor de aquí, que bien merece una entrada para el solo) y Ron.


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